Lo que me llevé a Thagard

parto
Foto: Josemara Friorili Lemes

A mis espaldas quedan los recuerdos de mi pasado, ante mi vista el incipiente brillo de un horizonte impredecible. Mi sentencia poco importa, si fue o no fue justa, carece de importancia.  He sido condenado a padecer toda una vida en Thagard, allí el pasado es solo la causa de un efecto que posiblemente apenas recordaré.

Thagard es un camino difícil e ineludible, para lograr evolución y redención, no a través de la piedad, sino a través del dolor que provoca el sufrimiento. En Thagard, la condena es sentir y ser consciente, percibir como emoción física los sentimientos ¡Propios y ajenos! y guardar en la conciencia las decisiones y los actos que los afectan. Buscar forma parte de la condena, nace dentro de ti una necesidad terrible de buscar, sin saber ni dónde, ni qué, ni como, desde el primer día que pisas Thagard. Lo llaman la búsqueda infinita, te puede enloquecer, y cuentan que suele tener que ver con algo que dejaste atrás y eres incapaz de recordar. Thagard puede acabar siendo un paraíso, pero hay dolor en cada paso. Un dolor atroz que no tarda en alcanzarte y hacerte pedazos. Al menos eso cuentan en las plazas, las calles, los templos y las tabernas, en la ciudad de los eternos. No es imposible volver de Thagard, pero tampoco sencillo, la mayoría pasa cien vidas allí.

Los átomos que forman mi ser, el envase que contiene mi energía inteligente, sensitiva, se revuelven ante lo desconocido. Son tan antiguos como el universo, y para ser yo, forman un nuevo todo. Esa materia, guarda memoria de lo que fue, y en parte es culpable de lo que soy, pero el principal responsable de dar con la piel en Thagard, son las decisiones, las propiedades, y las carencias, de mi nueva totalidad, que ni yo mismo conozco por completo. Es lo mismo en casi todos los casos. El desconocimiento de tu alma, y todas las partes que la componen, son lo que te lleva a Thagard. Son muy pocos los que, no acaban condenados a pasar allí su existencia, seres extremadamente iluminados, y tan raros como navegar en el linde del universo. Hyrshyd no favorece la existencia de tales entidades, tienen tendencia a favorecer un enorme caos, que luego no saben manipular.

Las estrellas pronto me negaran su luz, el miedo se apodera de mi totalidad. En los magníficos salones del tiempo, antes de ser condenado, escuché historias, rumores, cuando los eternos murmuraban; << Lo que te llevas a Thagard, es lo que marca allí tu existencia…>>; << Los que nada se llevan a Thagard, pueden pasarse la eternidad cumpliendo ciclos allí…>>; << La memoria es poco útil, cuando viajas a Thagard, has de llevar algo grabado en los átomos del alma…>>. Entonces no me pareció importante la cháchara interminable de los eternos, gente de mucho conocimiento, y comadres incurables. Creía conocer mi alma, mi nueva totalidad y la iluminación que presentía, lo suficiente para no acabar en Thagard. La arrogancia se paga, y tras conocer mi sentencia, esos rumores eran olas rompiéndose contra mis pensamientos, palabra a palabra, una y otra vez. Así que decidí que algo debía grabar en mi alma, para llevarme a Thagard, algo que hiciera mi estancia allí más breve, o qué se yo, quizá más soportable. No existen pautas que recomienden, qué es más conveniente llevarse a Thagard. Cada elección es única, porque única es la totalidad de quién toma la decisión, incluso no llevarse nada podría ser apropiado, para un alma concreta. La nada también es algo.  Es tan desconocido, tan insondable lo que me aguarda en Thagard, que mis dudas podrían haber formado una gigante roja, pero me decidí y algo me llevé.

Se tarda muy poco en cruzar el universo y llegar hasta ese pequeño punto del espacio. Una vez allí necesitas alrededor de nueve meses, y un precioso huésped, para hacerte cuerpo alrededor del alma. Puedes, o no, escoger cualquier lugar en la historia de su tiempo, también tu huésped. Hecho esto, adiós memoria, solo parece contar lo que lleves aferrado al alma. Todo comienza con un llanto, dentro de una criatura frágil y diminuta. Lloras para afianzar lo que allí te llevas, y sentirlo respirar dentro de ti, como un sueño dormido, al empezar la condena. Es como el adiós a lo que fuiste.

Escribo estas letras temiendo que puedas estar en Thagard, o que en algún momento acabes aquí, para decirte que me llevé tus besos, si amor eso es lo que hice. Si lees esto, y aún no llegaste, o estas por venir, recuerda que habrá mucho dolor, pero te encontraré, en esta o en mil vidas.

———–

[Hay un monstruo dentro de nosotros que se alimenta de nuestras decisiones, crece y llega a ser tan fuerte, que casi siempre perdemos su control. Recibe muchos apodos, pero su nombre es destino, parece primogénito del azar, pero lo es nuestro, y tiene que ver con algo que nos trajimos a Thagard]

Mik Way. T©

Otro relato, con el calor del «horno» aún humeando entre sus letras, lo dejaré reposar aquí, y que sea vuestra opinión, quien le dé alas o lo vuelva a llevar a la cocina. Un Abrazo a tod@s

9 respuestas a “Lo que me llevé a Thagard

  1. Dicen q lo único físico q traemos d otras vidas es el color d los ojos…
    Algunas personas,cuando encarnan, no tienen cerrado el velo por completo h recuerdan cosas d vidas pasadas, incluso personas… Nunca t ha sucedido ver a una persona y sentir una atracción tan fuerte q piensas o dices:… Parece q la conozco d toda la vida… 😉
    Hay una memoria akásica q nos conecta con todo lo etérico, con todas las experiencias acumuladas, vida tras vida…
    Un bonito relato, Miguel👏👏👏😉😘😘😘🤗🎀✨✨✨✨

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    1. Si en cierto modo creo que todo el mundo ha pasado por sensaciones parecidas, sin lograr darle una explicación dentro de los canones comunes. Y el relato trata de llevar ese misticismo a un plano real en manos del protagonista. Destino, reencarnación, propósito oculto de la vida, que aun llevando dentro a veces no logramos entender. Me alegra que te haya gustado, muchas gracias por leer y comentar, ✨✨✨✨✨🌹🌹😘

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  2. Este relato Miguel , yo no lo entiendo. Es que este tipo de escritura así como mágica no es muy de mi gusto. Me pierdo y no acabo de coger la idea que pretendes plasmar. No sé si describes un planeta especial. Si es una vivencia como tuya . Es la idea de lo que significa el destino? Pero está escrito o es puramente aleatorio según las decisiones que escogemos? Me entiendes , no sé bien cuál es el fin del relato. A ver qué dicen otros lectores porque ya te digo que no acabo de cogerlo, cuando tengo que releer es porque ya me pierdo. Disculpa

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    1. El relato trata de aprovechar la idea de la reencarnación, del destino, y del propósito oculto que a veces podemos intuir o no, para ensalzar en el caso del protagonista la idea del amor como guía, en su nueva vida. Es posible que la estructura lleve a consfusíon, es un relato poco reposado y a veces te dejas llevar, sin darle más vueltas,, quizá necesite eso un poco más de tiempo en el horno, Muchas gracias por leer y por tu comentario, que aprecio y me ayuda a mejorar, ✨✨✨✨✨✨✨😘😘😘😘😘✨✨✨🌹🌹

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  3. Hola Mik, el relato me parece estupendo. Yo entiendo que hay gente a la que no le gusta la fantasía, a veces al yo mostrar algunos de mis cuentos con estos temas, gente cercana a mí ponen cara de what?. A los que nos gusta creo que podemos decir que el relato esta muy bien. Me encanta cómo has creado tu propio mundo particular, con seres como Hyrshid y lugares como Thagard. La idea de la reencarnación es obvia pero el modo en el que narras el proceso me gusta y como muchas cosas que escribes tiene tintes poéticos. Déjalo reposar y después vuelve a leerlo y tú verás si hay que arreglarlo o no. ¡Saludos!

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    1. Gracias por tus comentarios Ana, este es un género complicado, pero no puedo escapar de él, pero si que es otro de los que tengo marcados para revisar, y lo haré, cuando los vaya revisando los reblogueraré a ver que tal, Un abrazote¡¡¡

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  4. Aquella luz que dejó exenta de constelación cuando el gran restaurante la naturaleza devoró al risotto de mi naturaleza, siendo ardid de una ilusión..
    Y así me encuentro más de una vez, amargado como el culo de un pepino, enviandolos quilombetes que vos estelarizas.
    No quisiera que vivieras mi pasión… Ni por una sola noche.
    Dame pan y dime tonto/ a.

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