Un sueño de alas blancas y amarillas, vuela cerca de un camino polvoriento, que recorre el universo. Lleva promesas de un lado a otro de los campos que lo bordean. La naturaleza no miente, no especula, no mata por capricho, no codicia, no amasa beneficios, porque amasar es asfixiar la oportunidad de otros para progresar, y la naturaleza, solo desea que la vida fluya.
Ella Cumple siempre sus promesas, se sube a lomos del tiempo y antes de que la luna se haya vestido por completo, las promesas ya son duendes cubiertos de magia que reparten su voluntad por el mundo. La espontánea belleza de la vida, es el primer compás que cantaron los arcanos, antes de hacer estallar la materia, a todos los seres que la poblarían. Las moléculas, aprendieron a besarse, y de sus besos, naciste tú. Si quieres cambiar el mundo aprende a besar, sigue la estela de la promesa, y vuela libre bajo las estrellas.
Mik Way. T ©