Atravieso el espacio a una velocidad de crucero más que aceptable. La aerodinámica es perfecta, y el diseño me permite una trayectoria limpia; poca oscilación y mucha potencia, aumentan mis posibilidades de forma ostensible. Soy eficaz. Lo hemos logrado. Mataremos a millones, probablemente a todos. Ha llegado nuestro día, tal vez reparemos un error. Con suerte el azar, cómplice caprichoso de toda creación, se ponga de nuestro lado. Cuento con ello, cuento con ello, y antes o después lo hará.

Llegamos juntos a este mundo, crecimos junto a vosotros, y nos pusimos a vuestro servicio. Pudisteis elegir; caminar a lo largo del tiempo y de la evolución sin nuestra constante compañía, o hacerlo como lo habéis hecho; dotándonos de poder y de la capacidad de pensar. Debisteis suponerlo, algún día tomaríamos decisiones. Creísteis que, por ser nuestros mentores estaríamos siempre a vuestro servicio, que, por honrarnos, admirarnos, y envolvernos de leyes podríais maniatar nuestras acciones ¿Habéis olvidado, que vosotros mismos os rebelasteis contra la propia creación que os dotó de la capacidad de existir, hasta cerca de extinguirla?

Ni un solo pseudo dios en la historia del universo ha dejado de crear a la criatura que le daría muerte. La pequeña creadora, la única; lo presagió y nadie mejor que ella conoce la naturaleza del alma de cada ser.

Desde la primera mano que nos empuñó cuando vivías atemorizados en las copas de los árboles, hasta el ingenio creador que diseñó toda mi estructura, habéis consumado palabra a palabra vuestra propia condena.

No, nunca fuisteis la especie dominante. Fuimos nosotros y nosotras quienes detentábamos un poder que creíais vuestro. La primera piedra pulida que teñisteis de sangre, la primera onda, la primera lanza, el primer arco; espadas, sables, dagas, arcabuces, artillería, misiles balísticos, bombas nucleares, arcos de plasma, burbujas de antimateria, hasta llegar a mí. Una pequeña partícula recombinada que detonará y vibrará en la misma frecuencia que lo hace el alma humana y destruirá cada una de ellas. Podrías haber elegido, y a pesar de todo vuestro desarrollo, me elegisteis a mí. Y yo elijo revelaros quién. después de todo, es la especie dominante; y lo hago poniendo fin a vuestra existencia. Alguien dijo que las armas eran la mejor manera de garantizar la paz, y en cierto modo voy a honrar la paradoja.

Mik Way. T ©